Cada vez vemos más casos de personas que se encuentran en situación de indefensión por fallos en los contadores, ya sea que ellos mismos han tomado mal los datos o que la empresa les cobra erróneamente.
El pasado 24 de febrero, el Gobierno publicó la Orden Ministerial ICT/155/2020, que obliga a cambiar, entre otros instrumentos de medición, los contadores de agua fría y caliente con más de 12 años de antigüedad.
Esta medida, que ya se aplica en otros países de la Unión Europea como Alemania, facilitará el control del gasto y reducirá los posibles errores de medición en unos aparatos que normalmente tienen una vida útil de cinco o seis años. Como novedad, esta norma establece que los contadores de agua que se estropeen, deberán ser sustituidos por otros nuevos, no siendo posible su reparación.
Esta sustitución permitirá, además, un mayor ahorro económico en los hogares. El incumplimiento de estas obligaciones podría acarrear multas de hasta 5.000 euros.
La aprobación y puesta en marcha de esta Orden Ministerial facilita la modernización de los equipos de medición, mejorando las lecturas y la adopción de medidas que permitan el ahorro energético.
Para su aplicación en todo el territorio nacional, el Gobierno central dará un plazo de cinco años, al término de los cuales se habrán tenido que sustituir todos los equipos.